En algunos momentos es posible pensemos que a otros les va mejor que a nosotros, podemos sentir que todo nos sale mal o que nuestro esfuerzo no tiene recompensas. Esto puede deberse a bloqueos energéticos que nos ponen barreras en el camino.
Como practicantes de magia, es muy importante que sepamos limpiar nuestra aura y crear vibras positivas, esto con la finalidad de mejorar nuestros trabajos rituales; del mismo modo, obtendremos un mejor estilo de vida.
No existe una fórmula específica para aumentar las vibraciones de nuestro entorno, pues esto se adecúa de acuerdo a las necesidades de cada persona. Sin embargo, hay algunos puntos que nos pueden ayudar a comenzar.
Medita: Para meditar no es necesario un enorme espacio zen, basta con sentarte cómodamente en tu cama. Puedes encender velas para centrar tu atención y al mismo tiempo dispersar tus ideas. Olvida las preocupaciones por un momento.
Percibe: El olfato es uno de los sentidos que nos pueden transportar a un estado total de paz. Haz de los aceites esenciales un aliado infalible. Usa un difusor y ambienta tu hogar, lugar de trabajo, etc.
Afirma: Olvida el auto sabotaje y la negatividad. Antes de hablar, convierte tus frases en oraciones positivas. Decreta una mejor vida, construye una psique más sana.
Nutre: El bienestar empieza desde adentro: cuida tu alimentación. No te decimos que olvides tu postre favorito, simplemente mejora tu dieta diaria, desintoxica tu cuerpo de la comida chatarra. Disfruta bebidas saludables, prepara infusiones naturales.
Irradia: Es bien sabido que los cuarzos tienen una vibración muy especial. Anexarlos a tu joyería habitual puede darte un extra de confidencia contigo misma, te sentirás más segura y alegre. Que el mundo se entere de tu luz.
Conecta: Es el momento de entrar en contacto con energías superiores. Eleva una oración y siente su guía.
Sana: Libérate de las cargas emocionales innecesarias. Perdona y deja ir los rencores que te envenenan espiritualmente. Perdonar también aplica para tu propia persona; deja de culparte.
Entona: Realiza vocalizaciones, entona mantras, canta. Siente las vibraciones que emanas cuando lo haces. También aplica al momento de escuchar música relajante, siente cómo se comporta tu cuerpo y alma.
Ejercítate: El siguiente paso a una forma de vida más saludable es mantenerte en modo activo. No necesitas extenuantes horas de ejercicio; bastará con que practiques algunas posturas de yoga cada mañana.
Purifica: La limpieza de tu hogar funciona con efecto amplificador. Podrás sentir cómo todo tu entorno se transforma, tendrás más energía y todo en tu mente comenzará a fluir con mayor facilidad.
Agradece: Cada día tenemos algo nuevo que contar, siempre estamos en contínuo crecimiento. Piensa en los seres que amas, personas o animales, todos tienen algo que aportar a tu vida. Agradece cada latido de vida.
Comparte: No existe nada más divino que encontrarte con gente alegre; el hecho de recibir una sonrisa o un efusivo saludo, es suficiente para sentir cómo se contagia la alegría en tu rostro. Empieza siendo tú la persona que alegre los días de los demás. La felicidad también se comparte y ayuda a limpiar el alma.
